Helianthus maximiliani |
Esta especie de girasol tiene un tallo alto y resistente, lo que la convierte en un buen cortavientos para proteger a otros cultivos.
En Norteamérica de donde es originaria los nativos consumían sus raíces y de sus semillas extraían aceite, también colorante de sus flores. Los primeros colonos usaban baños con sus flores para tratar dolores artríticos.
Por si todo esto fuera poco también son usados para forraje, como otros girasoles, y sus semillas se incluyen en algunos piensos para aves y ovejas. Estos frutos, que se presentan en el otoño, son disfrutados por una gran variedad de aves y otros animales salvajes.
El girasol perenne se utiliza en algunas zonas como planta filtradora de aguas residuales y drenante de suelos húmedos ya que tolera zonas anegadas.
Todo esto da un valor añadido a esta planta que por la abundancia de flores amarillas, durante el verano, en contraste con su follaje verde-grisaceo se merece estar en cualquier huerto, jardín o diseño permacultural.
Me comentaban que el único problema era la mala germinación de sus semillas, pero que una vez sacada adelante en el semillero e implantada en el terreno su cultivo era sencillo. En cuanto a los problemas de germinación he leído que se solucionan con un estratificado en el frigorífico durante un par de meses, lo que elimina los inhibidores de crecimiento de las semillas, ya que procede de zonas con inviernos fríos.
Os iré contando que tal al experiencia. De momento pinta bien.
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