martes, 3 de diciembre de 2013

La mashua (Tropaeolum tuberosum)


En otra entrada hablábamos de la oca (Oxalis tuberosa) que es una planta que se cultiva en la puna de los Andes centrales y meridionales y entre los 3.000 y los 3.900 m de altitud en los Andes septentrionales, por su tubérculo dulce comestible rico en almidón. Y que yo llevo cultivando aquí en la cornisa cantábrica desde hace ya unos años con resultados satisfactorios.

Pues bien este año quiero probar con otro tubérculo originario de los Andes, como la tan común patata y responsable del desconocimiento de estos parientes pobres aunque si ha habido intento de su introducción en Europa. Todo esto a pesar de ser muy apreciados culinariamente en su región de origen y ser mas productivos que la nombrada solanácea.

Bueno, la planta en cuestión es la mashua, mashwa, o isaño (Tropaeolum tuberosum), pariente de la capuchina, que es una planta originaria de los Andes centrales, y la mayor concentración se encuentra en Bolivia y en el Perú entre los 3.500 y 4.100 m sobre el nivel del mar. En Colombia se cultivan variedades que crecen entre los 2.600 y 3.500 msnm.

La mashua es muy rústica, por ello puede cultivarse en suelos pobres, sin uso de fertilizantes y pesticidas, y aún en estas condiciones, su rendimiento puede duplicar al de la patata.

Es una planta herbácea, de tallos cilíndricos y hábitos rastreros como la capuchina (Tropaeolum majus). Tiene crecimiento erecto cuando es tierna y de tallos postrados con follaje compacto cuando madura. Las hojas son delgadas de color verde oscuro brillante.Con hermosas flores en forma de trompeta, aunque en climas mas fríos no suele llegar a florecer. Los tubérculos son cónicos y alargados con un ápice agudo.
En la gastronomía de sus países de origen, se usa como ingrediente en cocidos, sopas y mermeladas.

También tiene usos el ámbito de la industria farmacéutica como ingrediente para la fabricación de antibióticos. Reduce los niveles de testosterona, por lo que suele recomendársela para prevenir y curar afecciones a la próstata. También se le atribuye propiedades curativas del hígado y los riñones. Todo esto creo que la hace merecedora de un rincón en nuestro huerto.

Por el momento estoy con la misión de obtener tubérculos para su posterior cultivo, del que os hablare en una posterior entrada.




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