lunes, 15 de febrero de 2010

Semilleros. El despertar del huerto.


Empezar siempre es un momento especial en cualquier actividad. En el huerto este momento suele coincidir con la siembra de la semilla.
Realizar un semillero tiene dos ventajas importantes: reduce el tiempo de cultivo y permitimos que la hortaliza empiece con ventaja respecto a las malas hierbas que pueden hacerle la competencia. El inconveniente más importante es que el semillero es delicado y que algunas plantas pueden tener problemas durante el trasplante ya que no toleran este por tener raíces delicadas.Algunas hortalizas como la zanahoria o el rábano no se suelen hacer de semillero por que es fácil que se dañen durante el trasplante, otras especies son muy resistentes al trasplante, por ejemplo la lechuga o las coles, y tradicionalmente se trasplantaban a raíz desnuda. Otras plantas como el calabacín, la sandía o el pepino son más sensible al trasplante y solo se puede hacer semillero en un taco de sustrato o un contenedor que nos permita trasplantarlo con la raíces enteras.
¿Cuanto debemos enterrar la semillas?
Una norma general es que la semilla se tiene que enterrar entre una y dos veces su diámetro. Si se siembra demasiado profundo le costará mucho salir, en cambio, si se siembra muy superficialmente puede ser que la semilla se seque y no germine

No hay comentarios:

Publicar un comentario