miércoles, 11 de mayo de 2011

A tener en cuenta


Es posible realizar una actividad hasta ahora exclusivamente rural sin necesidad de salir de nuestra propia casa, aunque vivamos en ciudades rodeados de edificios y semáforos. Un balcón, una galería, un patio o una terraza pueden transformarse en una pequeña planta de producción de alimentos ecológicos y, con el compostaje, contribuir al reciclaje de los residuos orgánicos que se producen en el hogar.
Es importante tener claro algunos cuidados que son necesarios para una buena productividad y desarrollo de nuestro huerto urbano.
Riego:Tenemos que ajustar la frecuencia y la intensidad de riego a la época del año y a la cantidad de plantas del huerto. La falta de agua debilita el desarrollo de las plantas y el exceso propicia plagas y casos de podredumbre. También deberemos estudiar la forma en que vamos a regar y al disponibilidad de agua o la posibilidad de aprovechar la procedente de la lluvia.
Una manera de guiarnos es comprobando si el substrato está muy seco, o bien observando si las plantas se marchitan.También es necesario tener en cuenta que nuestro huerto disponga de un sistema de desagüe por orificios en la parte inferior de las cubetas ya que demasiada agua hará que éstas drenen.
Abonos y fertilizantes: El substrato dispone de una serie de nutrientes que las plantas absorben a través de las raíces. Sin embargo, al cabo de unos meses hará falta renovar estos nutrientes abonando el huerto con más substrato o con compost. Esta operación, que podemos repetir dos o tres veces al año, no requiere cambiar el contenido de las cubetas, únicamente hará falta añadir nuevo substrato o compost removiendo bien la mezcla, y dejar reposar el huerto un par de días antes de volver a cultivar.
Otra opción es añadir fertilizantes orgánicos al sustrato que se irán liberando lentamente y serán aprovechados por las plantas del cultivo.
Plagas y enfermedades :Por la diversidad de cultivos, si nosotros evitamos el monocultivo y combinamos las plantas que se ayudan entre si, podemos contar con una mayor protección contra las plagas; y gracias a las pequeñas dimensiones de nuestro huerto no nos enfrentaremos a demasiados problemas de este tipo. Sin embargo, tendremos que observar nuestras plantas para actuar tan pronto como detectemos alguna anomalía.
Los problemas más comunes serán la aparición de insectos, como el pulgón, la araña roja o la mosca blanca, que se alimentan de la savia de las plantas; o de hongos como el oídio, el mildiu o la brotitis, provocados por un exceso de humedad.
Tenemos que evitar los productos químicos ya que resultan peligrosos para nosotros y los nuestros ademas de para el medio ambiente, y que pueden ser sustituidos por otros tratamientos más ecológicos y menos dañinos . En caso de duda, siempre podemos recurrir a manuales de horticultura ecológica o consultar a un profesional sobre el tema.


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