martes, 25 de febrero de 2014

Recursos propios

El cultivar en bancales, a pesar de sus ventajas, en ocasiones nos hace plantearnos una serie de dudas a la hora de su construcción. Una de ellas es que materiales utilizar, que ademas queremos que sean estéticos y económicos, cosas que no tiene por que estar reñidas.
Para evitar costes nada mejor que utilizar los recursos locales. Y uno de los recursos más económicos y del que podemos disponer en las proximidades de nuestro huerto es la madera procedente de talas o podas de los alrededores. Además de barata es ecológico y decorativa.
Podemos construirlo con troncos, como en la imagen. Aunque no siempre dispondremos de cantidad abundante para este menester, sobre manera si necesitamos leña para calentarnos.
 Otra opción es construir nuestros bancales con varas entrelazadas, procedentes de podas en avellanos y sauces. Método practico y no muy complicado.
Para  comenzar trazaremos un espacio  de 1,20 m de ancho,en una zona de nuestra finca bien orientado y sin sombras de edificaciones o árboles. Delimitandola clavaremos unas estacas que sobresalgan del terreno unos 30 cm, y separadas entre si entre 45 y 50 cm. También podemos hacerlas circulares, pero entonces las estacas irían a unos 25 o 30 cm
Después iremos trenzando entre ellas varas flexibles de unos 2m de largo y de unos 20 o 30 cm de diámetro, empezando por la parte más gruesa. Para que las varas sean lo suficientemente flexibles habrá que ir tranzandolas recién cortadas o sumergirlas en agua unos días, si no se romperán al intentar entrelazarlas.
Con paciencia y poco a poco, vamos subiendo hileras hasta alcanzar los 30 cm de altura. Ya solo nos quedaría cubrir  los laterales del interior con un plástico negro para proteger la madera,  con cuidado de no cubrir el suelo. Luego rellenamos con tierra  compost y a plantar.
Al principio cuesta, yo me puse a hacer uno circular para poner las calabazas y se rompían algunas cañas. pero la cosa mejora con al practica.
La duración de estas camas elevadas es de unos 5 años, pero el material para renovarlas es gratis.
Las opciones son múltiples, pero como podéis ver no hay por que gastar un duro si aprovechamos los recursos autóctonos de nuestra zona o los procedentes del reciclaje.



Bueno y esto es lo que debería quedar, aunque al principio no esperéis milagros, pero tampoco os desesperéis que  su función la cumplirán igual. Seguro que los de la foto empezaron igual...



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