viernes, 14 de enero de 2011

Semilleros de tomate. Cuidados y repicado


Una vez sembradas nuestras plantas deberemos proporcionarles los riegos necesarios para que se desarrollen. Es imprescindible para una germinación óptima mantener el sustrato húmedo y fresco, pero hay que evitar encharcar el semillero. El mejor método es agenciarse un pulverizador y humedecer el sustrato frecuentemente pero con poca cantidad de agua. En esta fase es esencial calibrar la humedad, tanto el exceso como la escased de agua puede arruinar nuestro objetivo, también deberemos controlar el exceso de humedad ambiental que puede hacer que nuestras plantas se pudran; sobre manera si estas están en un semillero tapado.
Cuando las plántulas tengan tres o cuatro hojas verdaderas, no los cotiledones, estarán preparadas para pasarlas a un recipiente individual para que eche raíces y se desarrolle en solitario. Si tienes un bandeja de alvéolos con más de una plántula en cada alvéolo tendrás que aclarar y dejar sólo un planta por cada hueco. Esta operación permite que el plantón de tomate desarrolle mas raíces que facilitaran su trasplante. Al realizar esta repicado si enterramos las plantas hasta las primeras hojas también facilitaremos.

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