lunes, 18 de abril de 2011

Expolio global


Durante milenios, los campesinos han garantizado la agrobiodiversidad y la seguridad y autonomía alimentarias, adaptando y mejorando semillas y plantas de origen silvestre a las diferentes condiciones y nunca reclamaron ningún derecho sobre una actividad de enorme importancia y riqueza social cuya materia prima habían tomado prestada de la naturaleza.
Pero con la trasformación de la formas tradicionales de agricultura hacia la agricultura industrial para el mercado global, el producto de esta actividad milenaria, colectiva y de uso público, ha ido privatizándose en beneficio de multinacionales. Las multinacionales están incorporando una tecnología capaz de esterilizar las semillas. Esta tecnología conocida como Terminator, consiste en producir semillas incapaces de reproducirse o que sólo pueden hacerlo mediante una sustancia química propiedad de misma empresa. La tecnología Terminator facilita el control absoluto de la alimentación por parte de las multinacionales y pone en peligro la autonomía, la seguridad y la soberanía alimentaria de campesinos, consumidores y, en definitiva, de todos los pueblos. Además, nos exigen pagar por usar unas semillas que son fruto del trabajo acumulado de nuestros antepasados. Sobre el robo y el expolio del patrimonio común de semillas, se alzan los “derechos exclusivos” de estas empresas, que nos prometen acabar con el hambre en el mundo a través del crecimiento de su cuenta de resultados.



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