domingo, 26 de septiembre de 2010

Tiempo de reflexión.


El Otoño es época de reflexión, y los que aun no tienen huerto o los que por condicionamiento del terreno o del clima no pueden cultivar durante este periodo pueden dedicar este tiempo a contemplar y planificar futuras siembras. La labor de planificar los cultivos que deseamos realizar en el huerto es imprescindible ; para ello será necesario que reflexionemos a fondo sobre nuestros gustos culinarios y las necesidades de consumo cotidiano. No tiene mucho sentido plantar veinte coles porque nos regalaron las plantas o por que pusimos un semillero demasiado grande si no solemos comer col más que ocasionalmente. En cambio, si todos los días comemos ensalada de lechuga, convendrá ir sembrando y plantando con regularidad (cada quince días o veintiún días plantaremos unas doce o dieciocho lechugas); con ello tendremos un cultivo escalonado a lo largo de los meses y nunca faltarán en la mesa. Con tres o cuatro matas de calabacín bastará para el consumo familiar, con más de diez matas nos veremos obligados a regalar kilos y kilos de calabacines. Lo mismo con los demás cultivos.

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